Artículo por Jada Yuan, fotografía por Mikael Jasson. Traducido por El Rincón de Taylor.

Una de las primeras cosas que Taylor Swift hizo después de mudarse de Nashville a su apartamento en Tribeca, Nueva York fue cubrir una pared de su casa con polaroids enmarcadas de las personas más importantes en su vida. "Esto es de cuando conocí a Karlie por primera vez," dice ella, señalando una foto de ella sonriendo y abrazando a la modelo Karlie Kloss en el backstage del Victoria's Secret Fashion Show 2013, donde Kloss desfiló en ropa interior rosa y llevó unas alas psicodélicas y gigantes, y Swift cantó junto a Fall Out Boy. La leyenda debajo de la foto, escrita con rotulador permamente, era 'Mejores amigas para siempre VS2013', y parece algo bastante evidente lo cercanas que se han vuelto este último año más o menos, con un viaje por carretera a Big Sur (documentado en Instagram), comidas en restaurantes, salidas de compras, fiestas de pijamas, sesiones de ModelFit y SoulCycle, y una segunda salida conjunta en la final de Victoria's Secret el año pasado en Londres, donde caminaron por la pasarela con encaje negro, donde intercambiaron un '¿Puedes creer esto?' sonriendo con la mirada — dos amigas en la cima del mundo.

Lena Dunham y Cara Delevingne también están en la pared de Polaroids, al igual que el hermano menor de Swift, Austin, de 22 años, un estudiante de último curso en Notre Dame, junto a su hermana, con un mono rojo de cuadros a juego con el de ella que compró para su familia la Navidad pasada. Una polaroid con una invasión de ardillas la primera vez que Swift se reunió Lorde (a quien Swift llama por su nombre de pila, Ella), mientras las dos cenaban en Shake Shack en Madison Square Park, siendo ‘atacadas’ por los roedores. "Estábamos tomando estas fotos, y de repente, como en una película de terror, había ardillas sentadas sobre nuestros hombros tratando de comer nuestra comida", dice Swift, recreando el momento. "Posando, ¡como loros! Era en plan: 'Nos merecemos las patatas fritas, y vamos a cogerlas por ti.' "

Swift pasa a través de su cocina a su sala de estar en unos Louboutins negros, se deja caer en un sofá de terciopelo naranja, y se echa hacia atrás, apoyando los pies sobre un puff de cuero marrón. Todo en el apartamento tiene terciopelo, cuero y madera en tonos tierra oscuros y joya, desde su piano de cola Steinway de madera rosada hasta su mesa de billar (donde las modelos Victoria’s Secret Behati Prinsloo y Lily Aldridge aparentemente han demostrado ser bastante buenas cuando que vinieron a principios de semana).

Faltan dos días para su vigésimo quinto cumpleaños, y Swift rebosa de confianza de una mujer joven que es ella misma. Ha sido un buen año: No sólo se trasladó a Nueva York, lejos de su familia; sino que también ha tomado riesgos con su sonido, dando un paso atrás para abrazar la pureza del pop de los ochenta con un éxito asombroso. "Blank Space", una desafiante (e imposible de no cantar) canción como respuesta a la imagen que los medios han difundido de ella, una devoradora de hombres enloquecidos. Estuvo durante siete semanas en la cima del Billboard Hot 100. Swift también se convirtió en la primera mujer en 56 años en reemplazarse a sí misma en el número 1 (su single anterior fue el ahora omnipresente "Shake It Off"). Ambos son de su nuevo álbum, 1989, que lleva el nombre del año en que nació, y que ha vendido más de seis millones de copias y se ha convertido, en el álbum que más rápido se ha vendido en los últimos 10 años. Saturday Night Live, por su parte, sacó un anuncio-parodia para Swiftamine, un fármaco para tratar la epidemia en los adultos que de repente se dan cuenta de lo mucho que les gusta Taylor Swift. "La gente está finalmente empezando a hablar de su música como artista, ella está en el nivel de algunos de los grandes compositores de todos los tiempos", dice Jack Antonoff de la banda de ‘Fun’, quien ha co-escrito varias canciones con Swift y compara su narración profundamente personal a nuevos capítulos de un libro que todo el mundo quiere leer. "El otro día mi abuela me estaba preguntando sobre 1989. Todos estamos hablando de ello. En mi vida, no he experimentado eso desde que Michael Jackson –ese artista que está por encima de todos y nos une.”

Swift también ha remezclado a su vida personal. Para empezar, quien un día era una romántica empedernida que ponía sus sentimientos desnudos en canciones sobre amores torbellino y sus daños, como "We Are Never Ever Getting Back Together" (según se informa acerca de Jake Gyllenhaal) o "I Knew You Were Trouble" y en 1989 "Out Of The Woods "(según se informa sobre Harry Styles), ahora está empujando a los críticos que la han llamado obsesionada con los chicos. En el vídeo de ‘Blank Space’ se muestra apuñalando un pastel en forma de corazón con un cuchillo de carnicero, quemando la ropa de un novio y golpeando con un palo de golf su coche deportivo. Kloss, Dunham, y Delevingne, por su parte, son parte del unido grupo de chicas poderosas amigas que Swift ha estado construyendo en los últimos años. Ahí también está incluida Selena Gómez, a quien Swift conoce desde que eran adolescentes y salían con los Jonas Brothers; Jaime King, una especie Madre Tierra; y las hermanas HAIM, a quienes conoció el pasado otoño. Dedicar tanto tiempo a sus amigas empezó a tener una reacción, Swift dice: “esta forma en la que la gente reacciona de forma exagerada a mi vida. Estaba muy irritada por el papel de chica-que-adora-las-citas que la gente intentó hacer sobre mí.”

Ella respondió ante ello apagando su vida amorosa. “Simplemente decidí que ya no estaba dispuesta a ofrecerles ese tipo de entretenimiento,” dice ella. “No iba a tener citas y permitir que ellos sacaran fotos y dijeran lo que quisieran por nuestro idioma corporal. No iba a sentarme al lado de alguien y ligar durante cinco minutos, porque sé que el próximo día se rumorearía que es mi novio. Le di la espalda a todo eso. Es bastante triste que tuviera que hacerlo. Y es triste que ahora tengo este sentimiento de que siento que si me abriera al amor, sería la debilidad de mi carrera.” En cambio, Swift está emergiendo como ídola para adolescentes y mujeres jóvenes, alguien que ha sufrido por los críticos, matones y hombres, y que ahora proportciona un ejemplo brillante sobre cómo una mujer da forma a su propio destino.

"Este último año ha sido muy diferente de cualquier otro año de mi vida," Swift dice. "Me he sentido más estable y sin arrepentimientos sobre quién soy y sobre lo que represento. Creo que podría ser uno de esos síntomas de crecer y convertirse en tu propia persona, y de depender menos de la opinión que tienen otras personas de ti. Sólo espero que esto se mantenga, porque me gusta.”

Swift está describiendo su filosofía de hacer amigos cuando Kloss entra al apartamento, una chica alta que brilla como el sol. Aunque Swift y Kloss se conocen desde hace sólo un año, su amistad, según dicen, fue instantánea. Son un par llamativo, sobretodo ahora que Kloss es rubia. "Cuando fui a SNL, ambas vinieron a la after-party de después y era muy confuso para todos, como y ambas llegaron, ambos llegaron, y en el partido después de que fue tan confuso para todos, como esos Amazon Twins,” dice Dunham. "Taylor es muy alta, Karlie todavía más, y juntas es simplemente surrealista."

Si Swift lleva tacones y Kloss lleva zapatos planos, son de la misma altura. Pero hoy, Kloss lleva unas polainas de cuero ceñidas de Tamara Mellon junto a unas botas atadas. "Todo-en-uno, cariño," dice ella, luciéndolas mientras camina con una lata de sus Karlie’s Kookies, sin gluten y lactosa, de su colaboración con Milk Bar.

"Son lo más grande que he visto nunca", Swift dice. "¡Pareces Catwoman!" Kloss dice que las ha encargado, pero que puede buscarle a Swift un par. "Son muy buenas", dice Kloss, "pero no puedo llevarlas de vuelta a St Luis. Cuando voy a casa, si tengo ni una pizca de actitud de Nueva York, mi familia está en plan: ‘No, pues no.’ No dejan que pase.” “Están en plan: ‘Tu con tus zapatos-pantalones, ¡quítate esos!” dice Swift, riendo. “¡Ponte unos pantalones de verdad!”.

Aunque Kloss parece tener cierta idea de cada prenda que tiene en su cuerpo, cuando le pregunto a Swift quien hizo su vestido negro ajustado, no tiene ni idea.

Kloss se da cuenta del vestido también. “¿Qué es? ¿Alaïa?"

Swift se gira hacia mi en busca de ayuda. “No lo sé, ¿tiene algúna etiqueta?” pregunta, levantando su pelo y poniendo su espalda hacia mí. En la etiqueta pone ‘rvn’. “Mi estilista lo puso en mi armario,” dice, poniendo la cara entre sus manos.

Sin embargo, de alguna manera, a pesar de sus diferentes niveles de experiencia de moda, a menudo tienden a vestirse de la misma manera. "La otra noche vine", dice Kloss, "y íbamos a ir a algún sitio desde aquí, y ambas llevábamos blusas negras y faldas de talle alto. Se está convirtiendo en algo raro.”

"Medias negras, el pelo hecho de la misma manera", dice Swift. "Así como, ‘¡Uf, se más molesta.!'"

"La gente nos había estado diciendo durante años que necesitábamos conocernos", añade. "Recuerdo maquilladores y estilistas en plan: ‘¿No te recuerda a Karlie? Dios, ella y Karlie serían mejores amigas. Son iguales. Karlie es una buena chica. Nos trae galletas cada vez que le hacemos una sesión’”.

"Todavía lo hago", dice Kloss. Como una adolescente, las hizo desde cero. Ahora las hace profesionalmente, Karlie’s Kookies recaudan dinero para obras de caridad como FEED, el huracán Sandy, y el CFDA. Además del riesgo de hornear, Kloss ha estudiado en Harvard Business School (su novio, Joshua Kushner, de los primeros inversores en Instagram) y ahora está aprendiendo codificación de ordenadores.

Una amiga común, compañera de Kloss en Victoria’s Secret es Lily Aldridge, se la presentó a Swift, “y estábamos como: ‘Tu. Mi amiga. Ahora,’” dice Swift. Unos meses se vieron de nuevo en la after-party de los Oscar, y Kloss decidió que hicieran algo espontáneo. "Yo había estado en Big Sur una vez antes, y yo estaba como, 'Deberíamos hacerlo'", dice Swift.

Caminaron bajo las secoyas, corrieron por la playa al atardecer, se sacaron una foto colgando del cartel del parque donde Kloss llevaba el jersey de Swift, en la que ponía ‘Genius’ por delante. "Es irónico, claramente," Swift se apresura a añadir. Cuando le cuál es el vínculo, se encogen de hombros. "Las dos somos personas normales", dice Kloss.

"Somos chicas reales", dice Swift, a quien, como si fuera una señal, se le cae un trozo de galleta que está comiendo en su vestido, lo recoge y se lo come. "Regla de los cinco segundos."

Swift es, por todos los sentidos, una persona increíble de la que ser amigo. Sabe cocinar, hornear, fregar los platos; es una anfitriona fantástica, y da grandes regalos. Tiene una colección de vestidos camiseros estilo vintage que ella y sus amigas llevan para ver la televisión y pretender que viven en otra época, dejando a un lado la tecnología. (Swift, me muestra una foto en su teléfono, de ella, Cara Delevingne, y Kendall Jenner acostadas en su cama, que parecían de La casa de la pradera, lo que inspiró a Dunham para comenzar su propia colección.) Cada fiesta, al parecer, termina en una fiesta de baile en su cocina. Dunham la llama "la Betty Crocker de amistades" y dice que está muy impresionada por la forma en Swift siempre tiene tiempo para las personas que quiere. "Es increíble tener una amiga que está tan ocupada y tan disponible", dice Dunham. "Incluso si ella está en Hong Kong en la gira y estoy pasando por algo, si le envío un mensaje, me contesta en dos segundos. Si me pasa algo bueno, como una nominación, o es mi cumpleaños, o el día antes de mi cumpleaños, o el lanzamiento de mi libro, me llega un mensaje de Taylor antes de que me llegue uno de mi madre.”

Algo del afán de Swift por hacer amigos, probablemente proviene de haberse sentido sola mientras crecía. "Tengo un montón de problemas por la escuela", dice ella. "Puedes darte cuenta, probablemente." Esencialmente, se fué de la pequeña Pensilvania, donde se reían de su música, y formó una estrecha comunidad donde está ahora rodeada de personas con talentos similares y ambiciones creativas. Es como una escuela secundaria en la puedes unirte a la pandilla que quieras, o decidir unirte a todos en conjunto. Cuando le pregunto en qué mesa metafóricamente se sentaría ahora, inmediatamente pilla lo que estoy diciendo. "Quiero hacer la mesa lo más grande posible, y quiero que todos se sientan conmigo", dice ella.

Al día siguiente, en el Billboard’s Women in Music Awards luncheon (donde Aretha Franklin le canta un improvisado "cumpleaños feliz" que Swift después twittea que le llevará tiempo asumirlo), ella canta cada canción, desde actuaciones hasta montajes, se sabe las letras de todo. Si se supone que todas las chicas músicas deben para uno la sangre de otro, no está sucediendo en el reloj de Swift.

Cada niño en la sala que se acerca a ella, por su parte, consigue no sólo un selfie sino una conversación. "¡Niños pequeños! Debo atenderles ", dice ella, pidiendo disculpas por salir corriendo en medio de una conversación. Una niña de once años de edad, le dice tímidamente a Swift que ella es de Nueva Jersey. "Me pasé los veranos bajando a Jersey Shore,", dice Swift y posa para cuatro selfies borrosas, antes de coger el teléfono de la mano de la niña. "Eres muy mala en esto," bromea Swift, tomando la foto ella misma. La chica va a ir al concierto de Z100 Jingle Ball, donde Swift cerrará el concierto. "Saldré muy tarde," Swift le advierte. "¿Bebes café?" La chica dice que bebe Frappuccinos. "OK", dice Swift, "bebe un Frappuccino y es posible que puedas permanecer despierta el tiempo suficiente para verme."

“Nueva York, ¡qué bien estar en casa! Soy Taylor", dice Swift. Es poco antes de la medianoche, y está en el escenario en el Madison Square Garden dirigiéndose a una multitud de 17.000 personas como si estuviera hablando con una de sus amigas en el teléfono. Lleva un pantalón rojo a cuadros de talle alto y una blusa entallada a juego, el pelo emplumado como la época de rubia de Debbie Harry, ella canta cuatro de sus éxitos antes de anunciar que se ha cumplido oficialmente 25 años. "Sé por qué habéis elegido la música, es para escapar de enemigos y gente con la que no os lleváis bien.” Dice Swift a la multitud, enseñándonos a intercambiar gestos de solidaridad con nuestros vecinos. "Esta es la última canción de la noche", continúa. "Nadie os va a juzgar por la forma en la que vais a bailar durante la canción. Nueva York, ¿estáis listos?” El lugar se vuelve una locura.

Swift vuelve a su apartamento, bien pasada la medianoche, pide sushi, y monta un photo booth improvisado para darla bienvenida a lo que parece ser cada persona famosa en la música. Ha invitado a todos sus compañeros de reparto (Iggy Azalea, Charli XCX, Ariana Grande, Sam Smith, Nick Jonas), junto con otros amigos que van desde su mejor amiga Kloss, hasta Abigail Anderson, la mejor amiga de Swift desde el primer año de la escuela secundaria en los suburbios de Hendersonville, Tennessee. También Justin Timberlake, Jay Z y Beyoncé. "Tengo como 20 personas diferentes que van a venir" Swift me había dicho el día anterior. "Mis amigas se quedan en las habitaciones." Sin embargo, su madre, Andrea, voló desde Nashville a cargadas de adornos que ahora cubren espejos y cortinas, que ahora cubren las ventanas (he contado al menos 15) con guirnaldas también. Pero ella no está aquí. "Creo que a los veinticinco años, ninguna madre debería estar ahí", Andrea me dijo. "Necesitas saber cuando tienes que retirarte."

La próxima vez que me puse al día con Swift, todavía estaba en pijama a las 11:15, una mañana de enero soleada en su casa de Beverly Hills. Desde que cumplió 25, se ha convertido en una portadora orgullosa de un collar enjoyado (un regalo de cumpleaños de Dunham) con la imagen de su gatito Olivia; bailó como loca con Beyoncé y las hermanas HAIM en un concierto de Justin Timberlake en Brooklyn; comprado la camisa con la espalda de Hugh Jackman (un donativo de 6.000 dólares a Broadway Cares/Equity Fights AIDS), mientras lo veía actuar en Broadway con su familia; ha enviado un gran lote de paquetes de regalos a sus fans, en uno de los cuales incluyó una pintura suya de flores y un cheque de 1.989 dólares para ayudar a pagar un préstamo de estudiante; y actuó en Año Nuevo en Times frente a un millón de personas en directo, y millones más en la televisión y online. Sin embargo, desde que está en la Costa Oeste, estado haciendo todo lo que puede para ponerse al día con amigos, entre ellos "un montón de noches de cocina," ir de excursión con Lorde, y pasear por la isla de Catalina comiendo helado con sus amigas y su padre. Cuando Lorde sonaba estresada por ir a los Globos de Oro, Swift se presentó para apoyarla con un vestido de color amarillo brillante (en honor a la canción nominada de Lorde “Yellow Flicker Beat"). "Simplemente lo convertimos en una noche de chicas," dice Swift por teléfono.

Swift está preparando para hoy y para un futuro previsible, el 1989 Tour, que comenzará el 5 de mayo en Tokyo. Hay una lista de temas para dejarla zanjada, y vestuario y diseño de producción para aprobarlo, y coreografía para aprendérsela. Insiste en que ella no es una bailarina tan torpe como pretende ser en el video "Shake It Off": "Si me pongo en serio con la coreografía, la aprenderé y la haré correctamente, la mayor parte del tiempo", dice.

Mirando hacia atrás en lo que ha sido una época turbulenta en su vida, Swift dice que ella y su familia "tenían un montón de momentos en los que podían mirarse y decir: 'Wow, no puedo creer que la gente lo tenga.' Sólo esperas cosas así." Está intentando asimilarlo todo cuando viene. "No me atrapo tanto en el trabajo, por lo que no aprecio el loco, increíble y sorprendente éxito que ha pasado,” dice ella. “Presionarte es bueno, pero ponerte presión innecesaria es malo, así que no me preocupo porque no he empezado con el próximo álbum todavía. No me preocupa no saber qué va a ser. No me preocupa que no tengo un calendario que me diga cuándo tiene que estar hecho. Podría ser dentro de dos años, podría ser tres, podrían ser cuatro. O podría ser uno. Simplemente tienes estas ráfagas de inspiración cuando menos te lo esperas. Simplemente tienes que vivir tu vida, y esperar que tomes los riesgos correctos ".

Kloss, por su parte, ha mantenido el tipo de programación que parecería exigirse ella misma. Después de un breve descanso en casa en St. Louis, ha ido y vuelto a París dos veces a principios de enero como parte de su nuevo trabajo como portavoz de L'Oréal Paris; a los Florida Keys para una sesión de Bruce Weber; y a Los Ángeles y a París de nuevo por L'Oréal. A continuación: volverá a Los Ángeles para los Oscar antes de las Semanas de la Moda en Nueva York, Milán y París. "Moderadamente, puede ser muy divertido", dice Kloss, que ha reducido los 60 shows en los que solía desfilar al inicio de su carrera a una fracción de esos. "Para mí, la pasarela es una oportunidad para actuar."

También está deseando darme una gran noticia: Ha sido aceptado en NYU’s Gallatin School of Individualized Study. (Christy Turlington Burns le escribió una carta de recomendación.) "He estado esperando que ese correo llegue todos los días", dice ella. "Es algo que he querido hacer desde hace mucho tiempo." Kloss todavía no sabe lo que va a estudiar; por ahora, está emocionada de estar tomando clases. "Voy a seguir trabajando a tiempo completo", dice ella. "Soy increíblemente ambiciosa y tengo un montón de objetivos para mi carrera que no voy a parar en un tiempo."

Swift dice que ella y sus amigas no hablan mucho sobre trabajo. "Lo divertido de mis amigas es que no necesitan saber mucho saber acerca de lo que hago", dice ella. La primera vez que Kloss vio a Swift coger una guitarra cuando ella estaba ahí fue durante la sesión de fotos de esta edición. "No soy uno de esos cantantes que siempre está en plan: '¡Mírame!'", dice Swift. "No soy la persona que coge la guitarra en una fiesta y quiere toda la atención. Tengo suficiente atención en mí, así que quiero gustarle a mis amigos porque tenemos cosas en común, en vez de estar yo en un rincón en plan: ‘¡Escuchad esta canción que acabo de escribir sobre mi vida!’”

No importa lo ocupadas que están, Swift y Kloss siguen teniendo tiempo para estar juntas. Swift recientemente tuvo a Kloss en su casa una noche, en la que cocinó pasta con la modelo Martha Hunt, la estilista Ashley Avignon, y Tavi Gevinson. Unos días más tarde ese mismo grupo fue a la cena en el restaurante de Ralph Lauren, el Polo Bar en el centro. ("Las patatas fritas estaban deliciosas," dice Kloss.)

Kloss dice que juntar chicas de diferentes industrias puede ser el talento menos reconocido de Swift. "He conocido a un montón de chicas geniales a través de Taylor. Es increíble conectando gente que normalmente no se juntaría. Todas tenemos diferentes puestos de trabajo, pero nos hemos convertido en amigas fuertes que somos las unas para las otras como hermanas y un equipo de apoyo. Pero también somos chicas veinteañeras normales, y creo que simplemente tienes que tener a alguien con quien ser así. Ya sabes, las amigas de verdad son difíciles de encontrar, y Taylor es una amiga de verdad. No hay nada mejor.”

Fuente: Rolling Stone
Fotos: Vogue (Marzo 2015)
Vídeo: Taylor Swift vs. Karlie Kloss, ¿quien es mejor 'mejor amiga'?