Es fácil olvidar que cuando Taylor Swift anunció en agosto su quinto álbum, 1989, dejaría atrás el Country para hacer un trabajo completamente pop, y hubo muchas críticas - como ella diría, un montón de enemigos preparados para odiar, odiar, odiar. Pero eso fue hace cuatro meses.

La mayor estrella del pop (que tiene más de 48 millones de seguidores en Twitter) ha batido récords, con su álbum vendiendo casi 1.3 millones de copias durante su primera semana, el mayor single vendido la primera semana en 12 años, en un momento en el que las ventas están cayendo. Swift, con 25 años, también se convirtió en la primera mujer en reemplazarse en el Billboard's Hot 100 (con 'Shake It Off' y 'Blank Space'). Y su decisión arriesgada de no poner 1989 en el servicio de Spotify, magnificando el debate sobre los derechos en esta era digital.

"No creía que nadie se fuera a sorprender," dice Swift. "Con tantas formas que los artistas están personalizando su manera de distribuir la música, no se me ocurrió que esto fuera algo de lo que fuera a hablar la gente. Pero nunca me habría esperado tantos mensajes, emails y llamadas de otros artistas, compositores y productores dándome las gracias."